Andrés Serrano
Gran sorpresa causó en su servidor la cosmovisión generalizada que los alumnos tienen respecto a los medios de comunicación: son culpables de los males que aquejan a la ciudadanía. Honestamente me sorprendió mucho esta postura porque son estudiantes de la licenciatura en ciencias de la comunicación quienes tienen esta opinión.¿Por qué fue grande mi sorpresa? Porque está claro que en dicha carrera profesional se dejó de enseñar algo fundamental para formar profesionales de la comunicación con las habilidades, destrezas y competencias indispensables: pensar, razonar, analizar, discernir y finalmente asimilar para generar comentarios y/u opiniones objetivas, claras, puntuales, precisas y con sustento.
En primer lugar, es indispensable entender que tenemos dos clases de medios de comunicación: públicos y privados, siendo los primeros aquellos administrados, operados y financiados por el Estado, y cuando hablamos de esta figura jurídica se hace referencia a los gobiernos federal, estatales e incluso hay municipios que operan estaciones de radio y/o de televisión sin fines de lucro. En el segundo caso, son empresas dedicadas a la venta de los espacios destinados a la comercialización y tienen la finalidad de propiciar ganancias económicas a los dueños, socios y/o accionistas.