viernes, 1 de julio de 2016

Opinión

Violar la vida privada no es periodismo
Marcela I. Basterra

etcetera.com.mx

En este trabajo intentaré explicar mi postura en el sentido de que la libertad de expresión es, y debe ser, una de las libertades preferidas en un Estado constitucional de derecho. Hablar de libertades preferidas, significa que es necesario en salvaguarda del sistema democrático que la libertad de prensa tenga un papel relevante, pero no es la única libertad merecedora de tal protección. 

Una de las diferencias esenciales entre un Estado totalitario y un Estado democrático es que mientras el primero tiene fines transpersonalistas, el segundo tiene como fin fundamental el respeto más absoluto por los derechos del individuo, y uno de los derechos fundamentales del individuo es el derecho a que se respete su intimidad, su privacidad y su propia imagen.

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